jueves, 24 de mayo de 2007

Por fin, Meneíllos ha vuelto

Meneíllos había llegado a la redacción treinta minutos antes de lo esperado.

Pasó casi de puntillas por toda la estancia hasta llegar al cuarto de basuras que él llamaba despacho. Se cerró por dentro con la esperanza de que nadie se hubiera percatado de su presencia. Dejó el abrigo y el sombrero en el perchero y se sentó delante de la máquina de escribir. “He de escribir algo bueno, mis seguidores no esperan otra cosa”.

Miró su reloj, habían pasado dos horas, pero la inspiración no llegaba. De repente algo le despertó. Tocaban a la puerta. Se esforzó por no respirar.

- Abre, sé que estás ahí - era lockedoor, el malvado jefe de redacción – No me obligues a echar la puerta abajo – su voz era cada vez más autoritaria, pero no iba a ceder, se quedaría allí callado hasta que se fuera.

Por fin se alejó de la puerta. Meneíllos se quedó más tranquilo.

Sonó el teléfono en el despacho, Meneíllos se apresuró a cogerlo.

- ¿Sí? – contestó amablemente – Meneíllos al aparato.
- Puto cabrón, sabía que estabas ahí, abre la puerta – Era lockedoor.
- Mierda – Colgó el teléfono. Tras unos segundos pensativo, Meneíllos se levantó y abrió la puerta. Allí se encontraba el cruel jefe de redacción, con su habitual cara de enfado. – Jefe, no le había oído.
- Déjate de rollos, ¿y mi artículo?, llevas meses sin escribir – se notaba que hoy no era su mejor día, lo mejor sería no enfadarle
- Estoy preparando algo bueno, un artículo que le sorprenderá – le temblaba la voz
- Eso dijiste del artículo de apocalypto, y mira qué mierda hiciste – se le estaba hinchando la vena del cuello, eso era lo que más miedo le daba a Meneíllos.

Entonces se percató de que había algo escrito en la máquina de escribir, lo cogió con violencia y se dispuso a leer.

- No está acabado – mintió Meneíllos, claro que estaba acabado, no se le ocurría nada más.
- Eso lo decidiré yo

Comenzó a leer:


Zodiac, por Meneíllos McNolan

Zodiac está bien, aunque es un poco larga, como los Pilares de la Tierra.

Fin

Lockedoor miró a Meneíllos.

- ¿Qué es esto? – el tono agresivo del jefe de redacción pasó de la furia a la lástima
- Es… un artículo de zodiac… - la transpiración se hacía casi insoportable - la vi el otro día, está bien…pero es un poco larga…como los Pilares de la Tierra…
- Lo siento Meneíllos, he estado hablando con McHartnigan y hemos decidido que no contribuyes lo suficiente. Debes abandonar la redacción, lo siento…

Meneíllos rompió a llorar

- No podéis hacerme esto, la redacción es mi vida – se cayó de la silla, lo que aumentaba el patetismo de la escena –. Yo…, cambiaré, lo juro, escribiré, dadme una oportunidad, por favor, la redacción es el único motivo de que me levante por las mañanas, no me queda nada, por favor…
- Maldita sea, te daré una oportunidad solo porque me salvaste la vida, tienes hasta mañana para publicar algo bueno, sino, ya no podré protegerte, te tendrás que marchar.

Tras esto, lockedoor salió de la estancia dando un portazo. A Meneíllos solo le quedaba una esperanza. Necesitaba “inspiración”. Abrió el cajón y cogió un poco de “inspiración” que su amigo Minipi le había pasado por dos de los grandes. Hacía un año que juró no volver a consumir, pero es lo que lockedoor le empujaba a hacer, era la única forma.


Despertó en un lugar extraño. Era un despacho, uno de verdad. Vio que tenía puesto un traje elegante. Entró una señorita con algo entre las manos.

- Su café señor – la tía no dejaba de sonreír mientras esperaba que alargase el brazo para coger la bebida.
- Un momento, ¿quién es usted?
- Soy Doroti, su secretaria señor, ¿no lo recuerda?
- Tengo la memoria borrosa – le estallaba la cabeza
- ¿No recuerda el ascenso? – En su rostro se dibujaba un atisbo de perplejidad
- ¿Ascenso?
- Ya sabe, el artículo, el vídeo de Yatta, nos cautivó a todos.
- Un momento, ¿usted está a mis órdenes?
- Sí señor.

Meneíllos cogió la taza y la tiró al suelo. “Límpialo todo”. El tortazo no lo vio venir. Doroti salió de la habitación dando un portazo. Sería el comienzo de un gran amistad.

Se estiró un poco y puso los pies encima de la mesa. Sí, lo había vuelto a hacer.



El vídeo:




PD.- Sí, somos un poco frikis, ¿pensabáis que era una web de cine y series únicamente?

1 comentarios:

McHartnigan dijo...

Hombre Meneíllos, cuanto tiempo. Tu historia ha sido enternecedora
me recordaba mi época de juventud cuando no te drogabas y eras más elocuente

El artículo no esta mal, pero como tardes más de una semana en publicar el siguiente, puedes considerarte expulsado.

Y dicho esto me voy a ver, por quinta vez, la edición especial de Pulp Fiction.