domingo, 4 de febrero de 2007

Tributo a Sam Jones III(1º parte)


Hablar de Sam Jones III es hablar de Smallville, y hablar de Smallville sería hablar de demasiadas cosas. De modo que en este blog mundialmente conocido(tal es así que no puedo salir de casa sin que me pregunten cuándo pensamos actualizarlo, llegando a ver verdaderos FANÁTICOS que ofrecen sus manos para mantener CADA HORA actualizada la página)no hablaremos tan sólo de su rol en la ya mítica serie sobre los orígenes de Superman.
No, señor. En este pequeño blog vamos a brindarle a Sam Jones III el mejor homenaje que (jamás) tendrá. Porque, aunque nadie lo sepa, Sam Jones III es uno de los mejores actores secundarios de la historia de la televisión.
Y si Dios hubiera podido permitírselo,del cine mundial.
Sam Jones III nació una preciosa máñana del 22 de Abril del año 1983 en la conocida ciudad de Boston, Massachusetts. Su padre, Sam Jones II(obviamente) era jugador de los Boston Celtics, uno de los punta del equipo que, accidentalmente la noche anterior al nacimiento de su hijo, tuvo un esguince de rodilla que, sin saberlo en aquel instante, no le permitiría volver a la cancha durante toda su vida. Su madre, Filippa Jones, era una acarreada ama de casa que había conocido a su marido en la universidad donde mantuvieron una relación estable entre los estudios hasta que el prematuro embarazo le obligó, tras llegar a un pacífico acuerdo entre los dos miembros de la pareja, a abandonar una prometedora carrera como doctora en medicina. Filippa Jones fue una madre maravillosa para el pequeño Sam. Durante aquellas tardes lluviosas, mientras su padre realiza anuncios publicitarios de Red Bull japonés, Filippa fue una madre atenta, grácil, y maravillosa. Sin embargo, Trágicamente en 1989, durante la preparación de un desayuno para el pequeño Sam la madre de nuestra querida actor fallecería al engancharse la manga de su camisa en el triturador de su cocina.
Sus restos aún yacen por error en el cementerio mormón de Sundace.
Tras aquel brutal golpe, terminados todos los contratos publicitarios y sin esperanza alguna de seguir tirando de su pasada carrera deportiva, Sam Jones II decidió mudarse con su hijo al Sur en busca de una perspectiva de trabajo mejor, en las plantaciones del bajo Bayou donde la recogida de maíz y algodón eran la promesa de un trabajo y, quizás, de un futuro mejor. Sam Jones III apenas tendría recuerdos del jefe de la plantación, el reverando Van "Blow my cock" Cassel, al igual que tampoco llegó a saber de las "congregaciones culturales" que el hombre blanco y borracho propinaba a los empleados una vez acabada la jornada los viernes por la noche.
No, nada de esto recordaría Sam Jones III, puesto que su padre le mantenía esas noches de ron y violencia encerrado en el pajar, leyendo a la luz de la vela uno de los tantos cómics que su padre le conseguía para hacer mas amena aquellos momentos de díficil convivencia.
Y asi fue como Sam Jones III conoció a Superman, el Hombre de Acero, y también a Blade. Pero claro, ésa ya es otra historia.

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